No sé si conoces Bravecto inyectable para perros.
Una inyección al año y te olvidas de pulgas y garrapatas.
Si quieres olvidarte de las pulgas y las garrapatas durante todo un año, pincha aquí y te damos cita:
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Pero hoy no te voy a hablar de eso, te voy a hablar de un viaje a Murcia en el que estuve a punto de morir.
Conchita estaba a punto de dar a luz, iba a nacer Pablo, nuestro primer hijo.
Y yo, que en aquella época cantaba en La Capilla Real, un coro de cámara, iba camino de Murcia para un concierto que teníamos esa tarde a las 20 h.
Ponte un poco en situación.
Día 1 de mayo, festivo, 5 horas por la mañana en coche. Sin problema.
Llegué con tiempo, hicimos el ensayo general sobre las 17 h, con un calor tremendo, descanso y luego el concierto en un patio, no recuerdo bien dónde fue.
Gran concierto. Aplausos, y a cenar.
No sabía qué hacer, si quedarme a dormir o volverme esa misma noche.
Ya había salido de cuentas Conchita y no quería perderme el nacimiento de mi hijo, así que, después de cenar, me puse en carretera.
Y fue una mala decisión, porque estaba muy cansado.
Por las 5 horas conduciendo de la ida.
Por el ensayo y el concierto. Parece que no, pero cantar cansa, cansa mucho.
Y por cenar después. Después de comer -no sé tú- a mí me entra sueño.
Varios errores.
Y todos juntos casi me cuestan la vida.
Pero yo era joven y creía que podía con todo.
Total, cinco horas más y estaba en casa.
A mí me gusta conducir de noche, no hay coches apenas, todos llevan faros y se les ve venir, buena vista, todo parecía perfecto.
Pero no había conducido nunca 5 horas después de haber conducido otras 5 ese mismo día, cantado un concierto y cenado.
Fue el peor viaje en coche de mi vida.
Estuve varias veces a punto de dormirme conduciendo.
Tenía puesta música alegre, iba cantando para mantenerme despierto, pero me dormía sin remedio.
Se me cerraban los ojos.
Hasta que di un volantazo tremendo y casi me salgo de la carretera.
Y me asusté. Me asusté mucho.
Y me paré en la primera salida que vi.
Eché una cabezadita y volví a la carretera.
Con sueño, pero mucho menos.
Y llegué a casa cerca de las 5 de la mañana.
Pablo nacería una semana después, pero eso no lo sabía.
El caso es que casi me muero en un accidente.
Pero hay muchas formas de morir, y algunas no son inmediatas, sino poco a poco.
Como por las enfermedades que transmiten las garrapatas.
Las garrapatas te pueden dar asco por lo feas que son, que mira que son feas.
Te tienen que dar asco por las enfermedades que transmiten, tanto a los perros como a las personas.
Por decirte unas cuantas, transmiten Ehrlichia, Rickettsia, Anaplasma, Babesia…
Ninguno de estos patógenos hace cosquillas.
Producen anemia, problemas de coagulación, dolor articular, cojeras.
Por eso es tan importante controlar las garrapatas, esos asesinos de ocho patas.
Y hay muchos productos para elegir.
Ahora, ya mismo, tenemos una solución inyectable para todo un año.
Que no te pase como a mí. Échate una cabezadita, te lo piensas, y nos pides cita para proteger a tu perro durante un año frente a las GARRAPATAS. También previene contra las pulgas durante un año, pero eso te lo cuento otro día.
Miguel Ángel Valera – Veterinario